25 marzo 2014

La cuestión educativa

No vamos a descubrir nada si decimos que ciértamente hay determinadas problemáticas sociales que son definitivamente complejas, como lo es la cuestión educativa. No creo que tengamos un problema que es propio de la Argentina, algo que no se encuentra en otros países del mundo, mas bien creo que efectivamente no es una cuestión estrictamente argentina, y que existe en muchos países del mundo, incluso en los mas encumbrados.

Pero no parece ser una línea propositiva pensarlo asi, y no está mal el ejercicio de solución de la cuestión local. Por que en definitiva, en primera instancia nos debe ocupar nuestra sociedad, nuestro entorno inmediato, nuestros niños.

Como en muchas de éstas cuestiones complejas, no es difícil encontrar razones de valor en ambas partes confrontadas, pero cuando la cosa se pone trabada, hay que modificar de inmediato el objeto de observación y el orden de prioridades. En el caso de nuestros niños, y no todos nuestros niños, sino los que están siendo contenidos por la educación pública y gratuita, es de suponer los más carenciados o los que requieren mayor respaldo por aquello de "igualdad de oportunidades para todos", son los que están siendo impactados en sus derechos esenciales a la educación.

Los niños de la educación pública, que no es la educación pública que conocimos los cuarentones de hoy, es ésta educación pública la de los tiempos presentes; viene perdiendo solidez en la calidad y hasta el valor de la diversidad, pero aún asi, sigue siendo un ámbito de contención.

Los trabajadores docentes, enarbolan una lucha basada en derechos y razones válidas para emprender decididamente un reclamo lárgamente esquivado por el Estado, donde los gestores de turno del poder político del Estado, no encuentran espacios de decisión para dirimir justicia por que en detrimento del status que dícen representar, en lo concreto ya no cuentan con el poder real ni las convicciones para pretender ejercerlo en nombre del pueblo. Estos gestores de privilegio, los políticos,  miran la cosa desde el pedestal de la burguesía que está a mitad de camino entre el ser y el no ser, pero mientras tanto hacen de cuenta que sons los "dueños del momento". Estos hombres y mujeres difícilmente envíen a sus hijos a una escuela pública, por que tienen el "ejercicio de conciencia trabajado", y confían, mas allá del discurso políticamente correcto, que la educación pública va camino a su degradación insalvable.

Mientras tanto, siguen faltando líneas editoriales, que describan el impacto efectivo y potencial que implica para un pueblo o una nación, la degradación del sistema formativo de nuestros niños.-

07 marzo 2014

sin saber

Después de varios años de andar por aquí, y haber tenido ineludibles oportunidades de experimentar algunas vivencias, el sólo hecho de sospechar que acumular saberes me lleva a comprender que nada sabemos, es una excelente oportunidad de alivio.

Entre otras cosas, me permite sonreír frente a la soberbia del "sabelotodo".