21 marzo 2011

Humanos, demasiado humanos...

La humanidad una vez más (acción u omisión) ha decidido su propio desgarro.

Un mundo atestado de ironías, vuelve de la mano del flamante Nobel de la Paz a liderar una página mas del horror de la guerra; y cual si fuera poco, un hijo de Africa (sinónimo de degradación e injusticia) al servicio de la carroña imperial que devora vida a cambio de saciar la codicia inescrupulosa y vana.

Libia es el mundo, el mismo que el mío y el tuyo. Nadie, absolutamente nadie, esta librado de lo más oscuro de nuestra condición.-