No es mucho lo que puedo agregar a éste momento de conmoción que vive la nación argentina a partir de la muerte de Néstor Kirchner. Esencialmente, lamento la pérdida.
No podemos ignorar el impacto que ésto significa para el mundo de la política, nacional y regional; la Argentina en medio de aciertos y errores ha adoptado posiciones claras orientadas a demandas de la ciudadanía largamente postergadas por muchas gestiones del poder estatal. Será el pueblo quien deba sostener y redoblar la confianza y predisposición para profundizar un proceso de transformación que intenta consolidarse a partir de las expresiones del conjunto de la sociedad civil.
La figura de Nestor Kirchner esta vinculada a ésta nueva etapa política, sin duda será sentida su ausencia, pero sepamos también, que en verdad es una corriente ciudadana la que intenta reformular muchos paradigmas existentes, y que mas allá de las figuras públicas, los gestores del gobierno de turno deberán expresar cabalmente éste demanda, por el contrario la sociedad civil, el pueblo argentino, deberá encontrar los mecanismos necesarios para repeler cualquier intento de dar por tierra los avances alcanzados hasta aquí.
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